proceso del segundo encuentro del laboratorio de cine y audiovisual comunitario Ojo Semilla
“el cine comunitario nace como nacen las cosas buenas, de abajo hacia arriba, nunca de arriba hacia abajo” Stephan Kaspar».
El sol aparece entre las casas tradicionales de la plaza con el cielo totalmente pintado de azul, así recibe Sangolquí – Ecuador a los participantes y facilitadores del segundo encuentro del laboratorio de cine y audiovisual comunitario Ojo Semilla.
Desde el lunes 12 de septiembre empezó la magia sin baritas ni polvo de estrellas, sino con cámaras, trípodes y una claqueta de palo. Los procesos de comunicación, cine y audiovisual necesitan ser compartidos para replicarse en las diversas comunidades que son representadas por los participantes en el encuentro, todos para buscar esas voces que no son escuchadas.
Los vecinos, las calles, las luchas, los sentimientos, los mercados y la vida son los principales protagonistas de las historias que envuelve a esta ciudad. El manto de lluvia que cobija normalmente al anfitrión visitó en pocas ocasiones creando el escenario perfecto para algunas actividades audiovisuales.
Durante una semana se compartieron conocimientos y experiencias, la apertura que dio la comunidad abrió corazones y expectativas para los trabajos que se podrían realizar con los participantes de diversas comunidades, los facilitadores de la red de cine comunitario de América Latina y del Caribe y los habitantes de la ciudad de Sangolquí. Durante el primer día de llegada el taller fue el punto de partida para brindar y compartir saberes entre facilitadores y participantes.
Las herramientas para la construcción de personajes y manejo de emociones en las historias llegaron en el segundo momento, se trabajaron temáticas y filminutos a partir de emociones y elementos que se visualizaron en el tercer momento formando un camino para lo que vendría en los próximos días.
Las historias giran en torno al género, la inclusión y los derechos con los vecinos, jóvenes, adultos mayores y mujeres son el elemento primordial para la construcción de los cortometrajes, contextualizando al Sangolquí colonial que denota su plaza principal junto a una imponente iglesia.
El encuentro culminó con una función de cine en el salón de la ciudad el sábado 17 de septiembre, la música acompaña los films creados de forma comunitaria durante la semana del laboratorio de cine y audiovisual.
Ojo Semilla fue con expectativas y regresó con experiencias y motivaciones para próximos encuentros.